U.S. Immigration: 8 Facts You Should Know
Inmigración en Estados Unidos: 8 hechos que debes conocer
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En una época de desinformación e intolerancia, las ideas erróneas sobre los inmigrantes y el odio a los inmigrantes se han difundido en la política y la sociedad estadounidenses. Como resultado, el país ha visto un preocupante aumento de la retórica, las políticas y los movimientos sociales que amenazan o perjudican directamente a los inmigrantes y refugiados. Este documento ofrece información y fuentes que aclaran las cosas y esperamos ayude a mitigar el daño causado por la desinformación sobre los inmigrantes.
Los siguientes son hechos básicos bien documentados sobre los inmigrantes y cada uno se discute más detalladamente a continuación:
- Los inmigrantes no ponen en peligro la salud pública.
- Los inmigrantes no pueden votar hasta convertirse en ciudadanos.
- Los inmigrantes crean empleo y mejoran la economía de Estados Unidos.
- La mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos tienen un estatus legal.
- A lo largo de la historia de Estados Unidos, el porcentaje de inmigrantes se ha mantenido estable.
- Los inmigrantes tienen menos probabilidades que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos de cometer delitos o ser encarcelados.
- Los inmigrantes no suelen tener derecho a prestaciones sociales.
- Los terroristas rara vez han ingresado ilegalmente al país por la frontera entre Estados Unidos y México.
Hecho: Los inmigrantes no ponen en peligro la salud pública.
Las personas que denigran a los inmigrantes y los culpan de los problemas de Estados Unidos alegan que traen enfermedades a Estados Unidos desde más allá de nuestras fronteras. No existen pruebas de que los inmigrantes hayan sido el origen de ningún brote moderno de enfermedades en Estados Unidos.
Cuando estalló la pandemia del COVID-19 en 2020, las políticas que buscaban prohibir la entrada de inmigrantes y refugiados a Estados Unidos se basaban en motivos infundados de preocupación por la salud pública y el miedo a la propagación del COVID-19. A medida que la pandemia se afianzaba, expertos en salud enfatizaron que la continuación de los trámites de inmigración y asilo no propagaría aún más el coronavirus y, por el contrario, que el cierre de la frontera en realidad afectaría negativamente a la salud pública al contribuir al hacinamiento en ambos lados de ella. Además, antes de entrar a Estados Unidos, los inmigrantes deben someterse a un examen médico para detectar ciertas enfermedades transmisibles.
Hecho: los inmigrantes no pueden votar hasta convertirse en ciudadanos.
Los políticos y otros que quieren restringir la inmigración afirman que los inmigrantes indocumentados pueden votar. Los inmigrantes –incluidos los indocumentados– no pueden registrarse para votar antes de obtener la ciudadanía estadounidense, independientemente de que un estado les expida una licencia de conducir. Dieciséis estados y el Distrito de Columbia permiten a los inmigrantes indocumentados obtener tarjetas de identificación estatales en forma de licencias de conducir y todos los estados expiden documentos de identificación a los inmigrantes que tienen visas temporales y permanentes. Estas licencias constituyen una identificación válida y promueven la seguridad pública, pero no dan derecho a los inmigrantes a votar en las elecciones.
Para votar, todos los estados –a excepción de uno– exigen que la persona se registre primero y, para ello, el solicitante debe obtener y confirmar su ciudadanía estadounidense. Existen muchas y serias medidas para garantizar que solo los ciudadanos puedan votar; que cualquiera que intente subvertir esta norma sea sometido a un severo castigo y que un intento de este tipo nunca dé lugar al recuento de votos no autorizados.
Hecho: los inmigrantes crean empleo y mejoran la economía de Estados Unidos.
Algunas personas buscan explotar los malentendidos sobre el mercado laboral y el sistema fiscal de Estados Unidos fomentando la idea de que más inmigrantes significan menos puestos de trabajo y menos acceso a los programas sociales para los ciudadanos. De hecho, los inmigrantes ayudan a crear nuevos empleos. Además de comprar productos estadounidenses y locales –lo cual contribuye a crear puestos de trabajo–, los inmigrantes suelen establecer sus propios negocios. Los estados con un gran número de inmigrantes registran tasas de desempleo más bajas para todos.
En 2019, los inmigrantes pagaron conjuntamente más de $492 mil millones de dólares en impuestos, incluyendo más de $30 mil millones de dólares en impuestos pagados por los inmigrantes indocumentados. Todos pagan impuestos sobre los bienes que compran e impuestos sobre la propiedad de las casas que compran, y más de la mitad de los hogares de inmigrantes indocumentados presentan declaraciones de impuestos sobre la renta utilizando Números de Identificación Personal del Contribuyente (TIN, por sus siglas en inglés).
Hecho: la mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos tienen un estatus legal.
Algunos individuos y activistas antiinmigrantes afirman que la mayoría de los inmigrantes en Estados Unidos no se sometieron a un proceso legal para vivir aquí. De hecho, la gran mayoría de los inmigrantes (77%) tienen un estatus legal.
En 2017, el 45% de los inmigrantes eran ciudadanos naturalizados y el 27% eran residentes permanentes legales (a veces denominados titulares de Tarjeta Verde o Green Card). El 28% restante de los inmigrantes son refugiados y solicitantes de asilo, personas que están en Estados Unidos con visas temporales (incluyendo visados de estudiante y de trabajo) e inmigrantes indocumentados.
En 2019, se calcula que había entre 10,5 y 12 millones de inmigrantes indocumentados viviendo en Estados Unidos, es decir, menos del 4% de la población del país.
Hecho: a lo largo de la historia de Estados Unidos, el porcentaje de inmigrantes se ha mantenido estable.
Quienes pretenden propagar el miedo sobre el creciente número de inmigrantes en Estados Unidos, suelen citar estadísticas engañosas y fuera de contexto. Aunque hoy hay más inmigrantes viviendo en Estados Unidos que nunca antes, también hay más personas viviendo en Estados Unidos que nunca antes. El porcentaje de inmigrantes respecto a la población total no es muy diferente al de muchas otras épocas a lo largo de nuestra historia.
De hecho, el porcentaje de inmigrantes hoy en Estados Unidos es más o menos el mismo que hace más de cien años. En la actualidad, los inmigrantes representan aproximadamente el 13,7% de la población total de Estados Unidos. Entre 1900 y 1930, los inmigrantes representaban entre el 12% y el 15% de la población, y picos similares se produjeron en las décadas de 1850 y 1880. Durante esos periodos, los inmigrantes se integraron con éxito en la sociedad estadounidense, ayudando a construir el próspero y diverso país que tenemos ahora, y este proceso siempre ha sido así, independientemente del país de origen, la raza o la religión de los inmigrantes. No hay ningún motivo para creer que los inmigrantes de hoy sean diferentes.
Hecho: los inmigrantes tienen menos probabilidades que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos de cometer delitos o ser encarcelados.
Algunos afirman que los inmigrantes no cumplen la ley. Citan pruebas anecdóticas o casos individuales en los que los inmigrantes han hecho algo ilegal y utilizan estos casos para señalar a todos los inmigrantes como delincuentes. Un estudio tras otro ha demostrado que los inmigrantes –independientemente de su lugar de origen, su estatus migratorio y su nivel educativo– tienen menos probabilidades de cometer delitos o ser encarcelados que los ciudadanos nativos.
Según la Cámara de Comercio de Estados Unidos, aunque el porcentaje general de inmigrantes y el número de inmigrantes indocumentados en el país aumentaron entre 1990 y 2016, la tasa de delitos violentos en Estados Unidos durante ese periodo se desplomó un 48% y la tasa de delitos contra la propiedad cayó en un 41%. Datos más recientes del Pew Research Center sobre población y delincuencia revelan la continuidad de esta tendencia. Los estudios han revelado sistemáticamente que los inmigrantes tienen menos probabilidades de ser encarcelados que los estadounidenses nacidos en el país y que existe una correlación negativa entre los niveles de inmigración y los índices de delincuencia. Otros estudios han constatado que los índices de delincuencia son más bajos en los estados con mayores índices de crecimiento de la inmigración y que los estados con mayor proporción de inmigrantes indocumentados suelen tener índices de delincuencia más bajos que los estados con menor proporción.
Hecho: los inmigrantes no suelen tener derecho a prestaciones sociales.
Algunos sugieren que los inmigrantes utilizan demasiados beneficios públicos o se aprovechan de la red de seguridad social a disposición de los ciudadanos. De hecho, la mayoría de los inmigrantes que llegan a Estados Unidos trabajan duro para cuidar de sus familias y de sí mismos. Además, muchos estudios han demostrado que, en promedio, los inmigrantes pagan más en impuestos que los beneficios que reciben.
Con muy pocas excepciones (como el caso de acceso a atención médica para las víctimas de la trata de seres humanos), los inmigrantes indocumentados, residentes temporales e incluso los residentes permanentes recién llegados no tienen derecho a las prestaciones públicas federales tales como Seguridad Social, Medicaid, Medicare y cupones de alimentos. Los titulares de la Tarjeta Verde o Green Card no suelen tener derecho a estas prestaciones hasta que llevan cinco años o más en el país en calidad de residentes permanentes. Esto significa que a muchos inmigrantes se les deducen de sus sueldos las contribuciones a estos programas, pero no pueden acceder a los beneficios. Según un estudio de 2018 del Instituto CATO, los inmigrantes que cumplen los requisitos utilizan un 27% menos prestaciones en comparación con las personas de ingresos y edades similares nacidas con la ciudadanía estadounidense.
La Ley CARES 2020, de 2 billones de dólares, que dio un alivio financiero a causa del COVID-19 a la mayoría de los contribuyentes, excluyó a millones de inmigrantes sin número de Seguro Social de recibir los cheques de estímulo —aunque muchos inmigrantes pagan impuestos y siguen trabajando en empleos esenciales, incluyendo la asistencia sanitaria.
Hecho: los terroristas rara vez han entrado ilegalmente al país por la frontera entre Estados Unidos y México.
Quienes buscan culpar a los inmigrantes de los problemas de seguridad nacional exageran el riesgo de que los extremistas políticos entren a Estados Unidos desde México. Hay pocas pruebas creíbles de que los terroristas entren habitualmente a Estados Unidos a través de la frontera con México. Hasta la fecha, no ha habido ni una muerte o lesiones en suelo estadounidense como resultado de actos cometidos por terroristas que cruzaran ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, mientras que la amenaza interna ha crecido constantemente durante años. Entre 2002 y 2018, el 90% de los complots y atentados extremistas islamistas en Estados Unidos fueron perpetrados por ciudadanos estadounidenses o por individuos que vivían en el país con un estatus legal permanente o temporal. En 2019, de las nueve personas detenidas por planear atentados vinculados al extremismo islamista, siete (78%) eran ciudadanos estadounidenses. Además, el extremismo nacional, que representa la mayor amenaza para las personas que viven en Estados Unidos, es promovido principalmente por extremistas de derecha y, en particular, por supremacistas blancos, muchos de los cuales respaldan creencias específicamente antiinmigrantes.
De acuerdo con un informe publicado por la Oficina de Contraterrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos en 2019, "la cooperación antiterrorista entre México y Estados Unidos se mantuvo fuerte en 2019. No hubo evidencia creíble que indicara que los grupos terroristas internacionales establecieran bases en México, trabajaran directamente con los cárteles de la droga mexicanos o enviaran operativos a Estados Unidos a través de México".
Una excepción reciente fue el arresto de dos individuos bajo vigilancia terrorista que intentaron cruzar la frontera a principios de 2021. Ambos individuos fueron capturados y se les impidió cruzar la frontera.