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Guerra Israel-Hamás 2023

En la madrugada del 7 de octubre de 2023, tras un periodo de ataque con misiles, unos 3.000 terroristas de Hamás invadieron Israel desde Gaza y atacaron brutalmente 22 comunidades civiles israelíes cercanas a la frontera de Gaza, un festival de música y una docena de bases y puestos de las FDI. Este ataque, que se produjo en una mañana de Shabat de la festividad de Simjá Torá, tomó a Israel por sorpresa. Los hombres armados masacraron sin piedad a al menos 1.200 personas, la mayoría civiles, a los que dispararon, mutilaron, quemaron, torturaron, violaron y decapitaron o descuartizaron, entre ellos bebés y niños, ancianos, discapacitados, hombres y mujeres. Entre los asesinados había judíos, musulmanes, árabes, beduinos, drusos y personas de 40 nacionalidades distintas. Además, los terroristas secuestraron en sus hogares a unas 240 personas, entre ellas bebés y ancianos, y las llevaron de vuelta a Gaza, donde muchos aún permanecen como rehenes. Entre los rehenes había ciudadanos de Israel, Argentina, China, Francia, Alemania, Filipinas, Rusia, Sudáfrica, Sri Lanka, Tanzania, Tailandia, Estados Unidos y otros países.

Desde el 7 de octubre, Hamás ha lanzado más de 11.000 misiles contra los principales centros civiles de Israel, incluido Tel Aviv.   

En respuesta, Israel llamó a filas a unos 350.000 reservistas y lanzó una contraofensiva contra objetivos de Hamás en el norte de Gaza, primero por aire y luego en una operación terrestre. El gobierno israelí definió dos objetivos: En primer lugar, el retorno de todos los rehenes retenidos en Gaza; en segundo lugar, degradar y destruir a Hamás para restablecer la seguridad a lo largo de la frontera entre Israel y Gaza y garantizar que Hamás ya no represente una amenaza para los israelíes.

La realidad de Gaza hace que la operación militar sea especialmente compleja y, lamentablemente, ha provocado mucho sufrimiento entre los civiles palestinos de Gaza a lo largo de esta guerra. Gaza está densamente poblada y Hamás ha establecido sus operaciones en túneles bajo centros civiles, entre ellos edificios de apartamentos, escuelas, mezquitas, parques de atracciones y hospitales. Las autoridades israelíes afirman que han intentado reducir al mínimo las víctimas civiles, entre otras pidiendo a los civiles que evacuaran el norte de Gaza antes de la operación y otras zonas durante la campaña militar, y estableciendo corredores humanitarios. Además del gran número de civiles gazatíes muertos y heridos, los residentes de Gaza sufren también la escasez de suministros humanitarios. Aunque Israel informa de la entrada regular de productos humanitarios para los civiles, las agencias de ayuda consideran que la ayuda es insuficiente para cubrir las necesidades. Al mismo tiempo, los informes indican que Hamás ha almacenado suministros de alimentos, agua y combustible para su propio uso durante meses y ha estado robando camiones de ayuda internacional que han entrado a Gaza desde que comenzaron los combates.

Además de luchar contra Hamás, Israel ha enfrentado amenazas en otros dos frentes: Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen. Hezbolá ha disparado numerosos cohetes y misiles contra centros civiles israelíes en el norte de Israel.  Los terroristas hutíes de Yemen han disparado numerosos misiles de largo alcance hacia la ciudad meridional israelí de Eilat, la mayoría de los cuales han sido interceptados por los sistemas antimisiles israelíes y estadounidenses.

Hamás, Hezbolá y los hutíes son agentes de la República Islámica de Irán y son financiados por ella.    Para proteger la vida civil en el norte y el sur de los ataques con mísiles y otras amenazas a la seguridad y dar cobijo a aquellos cuyos hogares y comunidades fueron destruidos por los terroristas de Hamás el 7 de octubre, Israel ha reubicado a más de 200.000 civiles en otros lugares dentro de Israel.